A veces, estamos tan enfrascados en el uso de una gran suite informática (ya sea por su fama, sus ventajas técnicas o una función específica) que nos olvidamos de todos esos «pequeños» programitas que han preparado la base para, llegado el momento, elegir si seguimos con ellos o necesitamos algo más (aunque muchas veces no se necesita nada más, el efecto placebo nos puede durar toda la vida…).
Eficiencia, rapidez, eficacia… esto «era» UNIX, y esto «marcaba» unas bases para los programas que trabajarían con él: “Haz una cosa, hazla bien”