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Lectura recomendada: «Qué difícil es ser dios» [1964]

QuéDificilEsSerDios

«¿Cómo me ha ocurrido esto?, pensó. ¿Adonde han ido a parar mi educación y el respeto que me inculcaron de pequeño hacia mis semejantes, esos seres magníficos que se llaman hombres? Y lo peor es que ya no hay quien pueda salvarme, se horrorizó. Porque los odio realmente, los desprecio… No siento hacia ellos la menor lástima. Los odio y los desprecio. Puedo justificar la brutalidad de este muchacho al que acabo de apartar de mi paso por las condiciones sociales en que se ha desarrollado, por la educación tan feroz que ha recibido, por todo lo que se quiera, pero veo claramente que es mi enemigo, que es el enemigo de todo lo que yo quiero, de mis amigos y de lo que considero más sagrado. Y por eso mi odio no es teórico, no es el odio al «representante típico» de una sociedad, sino algo personal. Lo odio por la cara babosa que tiene, por lo que apesta su cuerpo sucio, por ser ciego en su fe, por su rabia hacia todo lo que rebasa los límites de sus instintos carnales y su afición a la bebida. Ahí está ahora ese cernícalo, a quien no hace aún medio año su panzudo padre molía a palos con la sana esperanza de poderle enseñar a vender harina pasada y confituras en almíbar, resollando e intentando en vano recordar los párrafos mal empollados del reglamento y sin saber qué hacer: si darme un hachazo, gritar «¡a mi la guardia!», o simplemente dejarme pasar sin que nadie se entere. Esto último es lo que hará, y luego volverá á meterse en su cavidad y seguirá rumiando su corteza de mascar y babeando. Y no hay nada más de este mundo que le interese, ni siquiera pensar. ¡Pensar! ¿Para qué?

¿Acaso nuestro águila Don Reba es mejor que él? Es cierto que su psicología está más embrollada y sus reflejos son más complejos, pero sus ideas son parecidas a los laberintos de este palacio, que apestan a amoníaco y a crímenes, y él se ha convertido ya en un ser vil, en un criminal horrible, en una araña despiadada. Yo vine aquí por amor a los hombres, para ayudarles a erguirse y a ver el cielo. Pero está visto que soy un mal explorador. No sirvo para sociólogo. ¿Cuándo habré caído en el pantano del que hablaba Don Kondor? ¿Es que un dios puede tener algún otro sentimiento que no sea la piedad?»

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Lectura recomendada: «Snow Crash», de Neal Stephenson

«Pero eso significa, si sigue mi razonamiento, que cuando un programador trabaja para mí dispone de toda esa información; tiene un poder enorme. Muchos datos entran en su cerebro, se quedan en él y lo acompañan cuando se va a casa por las noches. Se mezclan con sus sueños, por el amor de Dios. Habla de ellos con su cónyuge. Y, maldita sea, no tiene derecho a esa información. Si tuviese una fábrica de coches, no permitiría que los trabajadores se llevasen a casa los coches ni las herramientas, pero eso es lo que pasa todos los días a la salida del trabajo, en todo el planeta, cuando mis hackers se van a casa.»

 

«En los viejos tiempos, cuando se ahorcaba a los ladrones de ganado, lo último que hacían era mearse encima. Era la señal definitiva, ¿comprende?, de que habían perdido el control de las funciones corporales y estaban a punto de morir. Verá, lo primero que debe hacer cualquier organización es controlar sus esfínteres. Nosotros no llegamos ni a eso. Por eso trabajamos en refinar nuestras técnicas de gestión de forma que podamos controlar la información esté donde esté, en nuestros discos duros o en la cabeza de nuestros programadores. Y no puedo decir nada más; he de tener en cuenta a la competencia. Pero mi más ferviente deseo es que, en un plazo de cinco o diez años, todo esto haya dejado de representar un problema.»

«Snow Crash» [1992], por Neal Stephenson.


Ópera Imaginaria

Acto Final

Anne Netrebko: Anne

Rey de los jíbaros: Alfonso I

Fitzcarraldo: Kinski

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Liberen a los libros!!!!

Los prejuicios son la razón de los tontos.

Voltaire

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Un Pensamiento…

Si piensas que es odio lo que siento

estás equivocado.

Si piensas que es felicidad lo que ves en mi cara

estás equivocado.

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El limite del bien y del mal.

Todos estais pensando en la cancion de la Frontera y la verdad es ke a mi me gusta y es pegadiza. Pero la verdad yo lo veo algo más como una reflexión de la propia libertad que esta marcada por donde mantenemos nuestros limites y donde los ponen los demás.

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